jueves, 9 de octubre de 2008

Paréntesis: Hay noches como ésta


Hay noches como la anterior, en las cuales uno se siente feliz. Es para mí motivo de alegría ver el reconocimiento hacia la obra de uno de los artistas más polifacéticos de Guatemala, el maestro Enrique Anleu Díaz.

Quienes asistimos anoche a la gran sala del Teatro Nacional, Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, nos encontramos con una sorpresa anunciada (paradójicos andamos), puesto que sabíamos acerca del estreno de la quinta sinfonía del maestro Anleu Díaz, pero descubrimos una obra completamente original (claro es, con el sello distintivo de su autor).

Me parece que fue en el tercer movimiento (vivace) cuando la obra capturó la emoción de todos y logró transportarnos por las sendas del atonalismo. Y es que, si bien es difícil estrenar una obra cualquiera, cuando se trata de las corrientes contemporáneas se aprecia una mayor resistencia del público. Y la quinta sinfonía no solamente superó la resistencia sino que nos llevó a un estado de alegría colectiva en el cual fue, para nosotros, un gusto aplaudir con fuerza el talento y trabajo de uno de nuestros grandes compositores contemporáneos.

Fue una velada arriesgada. Se nos propuso escuchar obras inéditas, como la mencionada quinta sinfonía, y algunas otras que habían quedado postergadas (desde los años '70, según mencionó el maestro Anleu) como el "Preludio y Muerte de Amor (de Isolda)" de Tristán e Isolda de Wagner. Además, un interesante arreglo del tango "El firulete" de Carli, realizado por el mismo maestro Anleu, para ser tocado por la sección de vientos de nuestra Orquesta Sinfónica Nacional. Esto último resultó en una audición fuera de lo común, puesto que nos encontramos de pronto ante una banda de aerófonos, con una obra bastante movida. Me parece que el experimento debería de ser fomentado, es algo a lo que no estamos acostumbrados y llama bastante la atención.

Espero que pronto contemos con una reseña apropiada de la obra estrenada.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

El maestro Anleu, un gran maestro no sólo de música sino de la plástica. Ese tipo de veladas musicales son muy bonittas. Saludos don Petoulqui.

Anónimo dijo...

Ha vos está interesante el playlist, pero a mi gusto y como es mi opinión yo volaría algunas, talvez clasicón quedaría chilero, pero es mi humilde y sencilla opinión.