Siempre estaba sonriente. ¿Por qué...? Siempre estaba mostrando los dientes... los que le quedaban.
Hay otros alcohólicos que pueden parecer sombríos, pero éste no. Él tenía cara feliz. Y no solamente era su faz la feliz, puesto que todo él parecía divertido: la forma como hablaba, como caminaba, su forma de ser, en fin.
¿Quién lo hubiera imaginado? en el fondo de su ser guardaba los fundamentos del arte dramático, una sonrisa y un amargo gemido, pero no mostraba nunca lo último, y en contraposición siempre representaba lo primero. Así lo había elegido.
3 comentarios:
Será mi antónimo??
Lou:
Aún cuando no me lo creás, el relato está basado en hechos reales.
¿Tu antónimo? ¿Mi sinónimo? Mientras no sea anónimo.
Saludos,
Tu pelleprimo
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