jueves, 1 de mayo de 2008

Cuento Original: Comida para ratones


Dedicado a Lusifergua
...
Un ratón se aburrió de estar sentado encima de un trapeador y se fue, lentamente.

Llegó a un “restaurante para ratones” del cual había escuchado muchos elogios. Ya que servían “comida para ratones”, pensó que nada malo pasaría si en lugar de buscar alimento en las despensas y en los basureros humanos, como su mamá ratona le enseñara, comía fuera para variar.

Se sentó en una mesita redonda muy bonita (y democrática también), cubierta con un mantel blanco inmaculado, hecho a mano, y que, como era de noche, tenía encima una veladora encendida.

“Qué bien me siento aquí”, pensó el ratón.

Talvez lo único malo era que estaba solo, no había ningún otro comensal en el local,
pero, más vale solo

Se acercó el mesero con la carta, aún cuando, en realidad, solamente servían una cosa: comida para ratones.

El ratón meditó unos instantes y luego ordenó solemnemente: “Quiero… un vaso con agua…”, y agregó con una sonrisa irónica, “… es que aún no puedo decidirme por ningún platillo en especial”.

El mesero, con una expresión que denotaba decepción, se dirigió a la barra y pidió el agua, la llevó a su cliente y le preguntó: “¿Algo más, señor?”.

El ratón hizo el ademán de agregar algo a su cuenta y dijo: “No en este instante, déme un momento para pensar por favor”. Sonrió complacido y se bebió el agua que estaba en el vaso, bien valía la pena aguantar un poquito el hambre con tal de ver la ansiedad del mesero. Quizás fuera esto más delicioso que cualquier especialidad que sirviera la casa.

Finalmente, el ratón llamó al mesero. Había pasado media hora y el waiter parecía no querer esperar más (qué irónico, ¿no es cierto?, generalmente son ellos quienes nos hacen esperar).

“Bueno…”, dijo el ratón, y el mesero se acercó atento. “Le agradezco su paciencia para conmigo…”, continuó diciendo el ratón, “sé que mi tardanza no ha de ser usual, pero yo no soy un ratón usual…”, y repentinamente se detuvo.

“¿Señor?”, exclamó el mesero, pero implicaba: “¡¿Y?!...”.

“Pues, sabe Vd., a veces se gana, otras no. He decidido…”, y el ratón volvió a pararse en seco.

El mesero tenía ya el bolígrafo sobre su libreta para apuntar.

“Decidí… que esta noche, a decir verdad, no me apetece cenar 'comida para ratones' fuera de mi madriguera”, concluyó el ratón.

El mesero frunció el ceño y con su índice señaló la salida del local, desterrando por siempre y para siempre al cliente, si es que se le podía llamar así.

El ratoncito salió muy sonriente. En verdad la había pasado muy bien, aún cuando era la última vez que la pasaba bien en este local, al cual no le iban a permitir reingresar nunca más (nunca más es un largo, largo tiempo).

En fin, siempre quedaban otros lugares a donde ir.

Se fue a su nido y se acomodó en su lecho sin cenar. No era un castigo, simplemente el hambre se le había perdido en el camino de vuelta.

Durmió. En sueños, uno de sus amigos ratones le describía que el “restaurante para ratones” era en realidad una ingeniosa ratonera y que la “comida para ratones” que allí servían estaba envenenada; nuestro ratón suspiró aliviado y le comentó a su amigo, “no probé ni un bocado”.

Repentinamente le dolió el estómago, oyó que le llamaba una macabra y lejana voz que apenas le era familiar, volteó y vio al mesero, quien mordazmente le recordó, “¿Y qué hay del agua envenenada que te serví?”.

Entonces, en su lecho hecho de trozos de papel periódico, el ratoncito se estremeció.

¡Qué bueno que TODO había sido solamente un sueño!

(¿O no?)

“Comida para ratones servida en un restaurante para ratones”, ¿quién ha oído hablar de tal disparate?




8 comentarios:

lusifergua dijo...

¡Rayos! Ni el Roedor sabe qué escribir. Bueno, lo diré otra vez: hay veces que necesito explicaciones...

Petoulqui dijo...

Ah, por cierto, este cuento está dedicado a vos, Luisfer.

Oswaldo J. Hernández dijo...

Supongo que es cuestión de estilo...Pero el ratón, a mi gusto, debió haber muerto y sin sonñar.
Voy a probar Racumín con pan.

Saludos.

Unknown dijo...

O sería el matrix para ratones?

10urd35 dijo...

Que p#T4$"!??
Nombre, un final mas sangriento, o con venganza pues...

Lo de el ratón y su dedicatoria, me dio risa... lo siento.

El dibujo del ratoncito me gustó.
:D

Piva dijo...

las peticiones indican, que los actos más violentos nos son necesarios y apetecibles...además en Guatemala, sólo se puede escribir ficción.

Luis dijo...

Me parece más una proyección. que una ficción. O quizás un deseo.
Naaaa, estoy viendo cosas donde no son.
Es que solamente soy paranoico.

Anónimo dijo...

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