Últimamente me he dado cuenta que ya no pienso como ayer (con lo cual quiero decir que ya no pienso como hace tiempo, como hace mucho...), me doy cuenta de que me he vuelto a cuestionar (qué raro, ¿no?).
El darme cuenta de que muchas de las personas con quienes estoy unido por sangre o amistad no tienen el menor interés en la lectura me ha sido hasta cierto punto chocante, pero al mismo tiempo ha sido revelador.
Simplemente, según me han dicho, no les interesa leer (no digamos escribir). Ni leer ni escribir. Y siguen viviendo sin mayores contratiempos. Su vida sigue; y la mía también, claro está.
Sin embargo, lo que me parece contrastante es la importancia que le doy a esto de las letras y la nula que le otorgan ellos (o ellas, dependiendo del género).
Conclusión temprana: La vida es más que literatura.
Se me hace extraño, pero debe de ser verdad.
Como anécdota, mis amigos me hicieron comentarios como: "En el colegio yo no leí ninguna de las obras que nos asignaban para el curso de literatura." O, "Los únicos que leían eran Lusifergua y vos, y Vds. eran los únicos que explicaban al respecto." Acerca de lo cual debo aclarar que yo sólo leí una obra en el colegio: "Los árboles mueren de pie" de Alejandro Casona; y, además, yo recuerdo claramente que la mayoría comentaba acerca de las obras, aún cuando nuestros comentarios, obviamente, fueran de lo más imprecisos.
En fin. Así sea.
2 comentarios:
¿Y yo qué? ¿no existo?
La vida es más que literatura pero nada sin el internet...¡ja!
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