martes, 9 de diciembre de 2008

Paréntesis: Adiós al Cazurro


He tenido que cerrar uno de los blogs. No es que haya tenido en realidad, más bien me pareció necesario; es que no cumplía su propósito (me costó un poco entender esa perorata sobre el propósito del Agent Smith, pero al final le caché y estoy de acuerdo, un programa que no cumple su propósito, o que ya lo ha cumplido, no tiene razón de ser). Así que, adiós, Cazurro de Petoulqui en su etapa como blog, y hola a Del Cazurro de Petoulqui, como sección fija. Ya veremos qué sucede.

Aún cuando pudiera parecer increíble me fue un poco difícil borrar El Cazurro de Petoulqui. Debe ser porque uno se apega mucho al trabajo propio, a las ideas personales, quiero decir a las de uno, a aquello que uno toma como lo suyo (y para ser claro, lo mío). Pero, ya me era hasta molesto ver en la página de Igoogle esa ventanita sin razón de ser. Si al menos, yo hubiera conservado el interés, y como sucede con Las Aventuras de Petoulqui y Mis Libros Favoritos y Otros Más, más allá de la carencia de respuesta, ya sea en comentarios, lectores, visitantes, etc., sintiera la necesidad o el deseo de seguir escribiendo en el desaparecido Cazurro; pero no, ya ni un servidor sentía el mínimo interés ni motivación para escribir ahí.

Entonces es adiós. Y a retomar el trabajo en los espacios que todavía existen (mientras así sea...).




lunes, 8 de diciembre de 2008

Del Cazurro de Petoulqui IV (Extracto final): Las seis baquetas del Maestro Baudilio


Último extracto del Cazurro de Petoulqui, a partir de mañana se cierra.

"Anoche (miércoles 13 de agosto de 2008) tuvimos el gusto de asistir a la exposición del maestro Baudilio Ordóñez acerca del Folklore en Guatemala, la cual tuvo lugar en el Aula Magna del edificio S - 4 de la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

Para mí fue motivo de nostalgia puesto que hace aproximadamente 10 años, el maestro Ordóñez nos habló de temas similares en el colegio del cual me gradué. Y sé que esa plática, aparte de memorable, fue de gran utilidad.

De esa ocasión recuerdo: Que el maestro enfatizó la importancia de la marimba como nuestro instrumento nacional, asimismo y lo cual me impresionó, que ejecutó la marimba con seis baquetas y que imitó el sonido de un ave (no recordaba cuál, pero se lo pregunté): la guardabarranca.

De lo mencionado en el párrafo anterior, en la presentación de ayer, el maestro reiteró dos (sólo me queda el recuerdo del canto de la guardabarranca).

Aparentemente, el folklore en Guatemala está muriendo. Y me parece que no sólo aquí sino que en todo el mundo. Comparto lo dicho por el maestro Ordóñez, a mi entender nos hemos pasado tanto tiempo descalificando lo nuestro por multiplicidad de razones que ahora está en decadencia.

Ha sido para mí motivo de indignación encontrarme con alusiones despectivas a la marimba desde varios ámbitos, y lo que es peor a mi parecer, sin ningún criterio musicológico, más bien desde la perspectiva más subjetiva e ignorante, insensible en fin.

Pero ante estos oprobios, está la actitud de personas como el personaje a quien dedico estas líneas. Gente, guatemaltecos, que nos recuerdan que dentro de lo nublado que sea el panorama al preguntar quiénes somos, sin embargo suenan los acordes de una marimba.

Argumentos del maestro que me parecieron completamente acertados, fueron los siguientes:

"Dicen que los trajes indígenas fueron imposición de los españoles, pero dónde, en España, se encuentran diseños como los de nuestras comunidades."

"La marimba de doble teclado fue inventada por los Hurtado con la colaboración de Julián Paniagua."

"Dicen en México que la marimba es de allá, pero no nos cuentan que Justo Rufino Barrios regaló Soconusco (y que antes compartíamos más regiones)."

Y algo que no transcribo literal, mas se percibió en todo lo que dijo y ejecutó el maestro (en los sones de carácter autóctono, en las historias que narró, en las artesanías), que es necesario profundizar en el conocimiento de lo nuestro (si lo nuestro es algo controversial, pues sea, pero de que hay que profundizar, eso es un hecho). Es más, me convenció su postura acerca de que el arte popular, es una forma válida de arte, tomando en cuenta que aún cuando hay un método cada pieza es única. Interesante reflexión, ciertamente."




domingo, 7 de diciembre de 2008

Del Cazurro de Petoulqui III: Variaciones sobre un tema


Penúltima extracción del Cazurro de Petoulqui, antes de su cierre definitivo. A partir del próximo post de "Del Cazurro...", estas entradas se quedan como parte de una serie sobre temas musicales (creo que voy a fusionar a "Del Cazurro..." la anécdota de "El trino del Diablo", y posteriores que traten sobre temas musicales; incluso, creo que también las anteriores reseñas del área musical que he publicado aquí en Las Aventuras de Petoulqui).

"Tomando en cuenta lo escrito por Gabriel Woltke en Drogoconfeso, me parece que se ha iniciado un buen tema de discusión acerca de la originalidad.

Lo que me interesa, en esta ocasión, es enfocarme en cuanto a lo novedoso en el arte, sea cual sea. No es mi intención determinar si existe algo nuevo bajo el sol, sino hacer énfasis en que no creo que eso sea tan importante. Para muestra un botón.

En el período clásico, Mozart fue famoso por sus variaciones sobre temas musicales archi-requete-contra conocidos. ¿Por qué? Pues, debido a que sus formas de tratar el tema eran interesantes. ¿Por qué? Porque tomaba lo que todos conocían y lo transformaba en algo completamente distinto e impresionante, por lo magistral de la organización de elementos complejos, íntimamente ensarzados con una expresión viva, humana.

Y en el siglo XX, se vio esta habilidad, o una muy similar en los jazzmen (y jazzwomen) por supuesto. He encontrado más de 50 versiones del jazz standard All the things You are y cada una es muy interesante. ¿Por qué? Pues ya lo expuse cuando traté sobre W. A. Mozart.

Pienso y sostengo que en la literatura es lo mismo y, ¿por qué no?, en las demás artes.

Esto me recuerda al chiste acerca del científico que va con Dios y le dice, 'ya no te necesitamos, hemos inventado un método para crear la vida a partir de la tierra.' Y Dios serenamente le responde, 'Felicidades, hijo. A ver cuándo aprendés a inventar tu propia tierra...'.
Los elementos se encuentran dispuestos, es nuestra tarea crear con ellos, no necesariamente inventar nuevos.

Así, como dijo Cincinato, 'laburemos'."




sábado, 6 de diciembre de 2008

Del Cazurro de Petoulqui II: Bird y Unleashed


Ahora presento estas dos reseñitas que incluí en un solo post.

"El otro día vi anunciada en la programación de tv por cable que iban a presentar Bird, una película que me ha llamado la atención desde hace tiempo porque es una biografía (novelada, podríamos decir) de Charlie Parker, uno de los músicos que más admiro.

Charlie Parker, junto con Dizzy Gillespie (mi trompetista de Jazz favorito), fueron los iniciadores del Bebop (por cierto que mi subrama favorita del Jazz). Charlie (qué confianzas las mías, eh) era saxofonista, fue precoz con el instrumento. Hay muchas anécdotas sobre este jazzman, pero las que más recuerdo (a lo mejor con cariño) son: cuando tocando con una big band comenzó a improvisar de una manera asombrosa, pero no pudo regresar con gracia, se extravió y el bateriísta le lanzó el plato a los pies (una manera de reprenderlo de una manera cáustica), Parker huyó y no volvió a tocar por tres meses. Y la segunda es que Charlie lavaba platos en un club de jazz para ganar plata, pero principalmente para escuchar las interpretaciones del pianista Art Tatum (otro grandísimo del jazz).

Pues, qué puedo decir, sin que piense que es una de las mejores películas de la historia, para mí se ha convertido en una de mis favoritas (incluso ha sido una agradable sorpresa leer que el director de la misma fue Clint Eastwood, quien es un gran entusiasta del jazz), y considero memorable la interpretación de Bird (el apodo de Charlie) por Forest Whitaker.



Ahora bien, otro filme que me gustó, más que todo por el tema musical, fue Unleashed con Jet Li como el protagonista. ¿Por qué me gustó? Porque me recordó a mis años de púber cuando veía las conmovedoras películas de acción de Jean Claude Van Damme, el tipo rudo que así como en un momento estaba machacando a un enemigo, al siguiente era tierno con, por ejemplo, su sobrina (como en León en Lionheart). Pero, lo que más me gustó fue que Danny the Dog (Jet Li) fuera el matón que ama el piano, y es que, aparte de que uno de los actores del filme es Morgan Freeman (lo que me hizo concederle a la obra un poco más de atención), que el villano es Bob Hoskins, me pareció que hacía referencia, aún cuando fuera inconsciente (¿o quién sabe?) a la armonía que preconizaban los atenienses entre cuerpo y alma (gimnasia y música), puesto que Danny se sensibiliza a través de la música. Ya llegando al final de la película pensé "esto me recuerda a los filmes de Luc Besson", y claro cuando terminó al leer los créditos apareció "libreto por Luc Besson". Sí, tenía su estilo. Y aparte, el tema musical de la banda sonora correspondía al del primer movimiento, Andante grazioso, de la Sonata para piano No. 11 en La Mayor de W. A. Mozart. Fue como cuando me encontré con "La Canción de Solveig" de Grieg en Futbol Kung Fu (una de mis comedias favoritas).


Aún cuando este no es un blog de cine, me tomo la libertad de recomendar ambas obras del séptimo arte. Vos diréis. "



viernes, 5 de diciembre de 2008

Del Cazurro de Petoulqui: El Dies Irae


Como estoy a punto de cerrar El Cazurro de Petoulqui, he decidido rescatar un par de posts que me parece que tienen algún valor, aún si nadie los lee aquí tampoco. El primero es acerca del Dies Irae:

"Cada cierto tiempo me encuentro con algo que llama mi atención y, entonces, hago lo posible por coleccionar todo lo que me parezca útil (es decir, no cualquier tontería) acerca del objeto de mi interés.

El año pasado, finalmente, llegué a tener claro qué es el Dies Irae, y no sólo eso, también su importancia en la historia de la música occidental. Y desde entonces, me he dedicado a reunir las citas de esta obra en las composiciones de diversos autores.

El Dies Irae, es un himno religioso, me parece que esto es lo primero que hay que determinar. Es una composición musical correspondiente al período homofónico y de tipo gregoriano. Es un himno para cantarse en una misa de difuntos, y su tema es el "Día de la Ira", el Día del Juicio Final.

Este himno gregoriano ha fascinado, por la razón que sea, a muchos compositores de la música occidental.

La primera vez que escuché su inclusión en otra obra académica fue en el Quinto Movimiento de La Sinfonía Fantástica de Hector Berlioz, el compositor francés (ya tendremos tiempo para hablar de él), el cual aparece en el programa como Songe d'une nuit de sabbat, "Sueño de una noche de Sabbat", título que puede ser traducido más adecuadamente como "Sueño del Sabbath de unas brujas", un Sabbath negro, una misa negra, un aquelarre. Berlioz nos narra (tanto con la música como con el texto que se encontraba en el programa de la obra) un episodio en la vida de un artista, el cual culmina con la muerte de éste y una pesadilla final, el quinto movimiento, con el protagonista asistiendo como un espectro a sus propias pompas fúnebres rodeado de brujas y hechiceros. Cuando las campanas tubulares indican la llegada de la Media Noche, se escucha el Dies Irae, anunciando el clímax de la obra.

Como digo, esa fue la primera obra en que escuché la incursión del Dies Irae, y me causó una fuerte impresión. Pero la cantidad de obras en las cuales ha sido incluido es vasta. Tanto aquellas que lo citan tal cual como las que toman el título y son obras completamente originales del autor como los Dies Irae de las misas de Requiem compuestas por W. A. Mozart o Giuseppe Verdi.

Algunas de mis obras favoritas, las cuales incluyen variaciones sobre el Dies Irae, son:

Totentanz (La Danza de la Muerte) de Franz Liszt

Sinfonía Fantástica de Hector Berlioz (el tema suena en 3:24; es sólo el 5to. Movimiento de la Sinfonía)

La Isla de los Muertos de Sergey Rachmaninov (Es la segunda parte de una fragmentación, es mejor escuchar la obra completa; el tema del Dies Irae se escucha a partir de 3:44) "



Imagen: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/en/0/03/MemlingJudgmentCentre.jpg

jueves, 4 de diciembre de 2008

Paréntesis: "There will come soft rains"


Como últimamente me he encontrado con videos en los blogs que leo, se me ha ocurrido subir uno que para mí es interesante. La primera vez que vi este corto animado, yo tenía 11 años y me pareció terrorífico (como parte de aquello que mi padre y un servidor damos en denominar "el terror cósmico"); la mayor parte de las personas a quienes se los he mostrado me han dicho que no tiene nada de perturbador, vos diréis.

Es una producción soviética (Estudio Uzbekfilm) basada en uno de los capítulos de "Las Crónicas Marcianas" de Ray Bradbury (aún cuando el texto ya había sido publicado con anterioridad en formato de cuento corto): Vendran lluvias suaves (agosto de 2026). La forma como lo escribió Bradbury difiere bastante de lo mostrado por el corto, pero me parece una interesante reinterpretación, más que todo porque fue realizado en plena Guerra Fría (1984... curiosa fecha), cuando la amenaza de una guerra nuclear era más patente. (Clic si desean leer el cuento original)

El poema del cual toma su nombre el capítulo es el siguiente:


There will come soft rains and the smell of the ground,
And swallows circling with their shimmering sound;

And frogs in the pool singing at night,
And wild plum trees in tremulous white;

Robins will wear their feathery fire,
Whistling their whims on a low fence-wire;

And not one will know of the war, not one
Will care at last when it is done.

Not one would mind, neither bird nor tree,
If mankind perished utterly;

And Spring herself when she woke at dawn
Would scarcely know that we were gone.




Sin más preámbulos, aquí está el video:








miércoles, 3 de diciembre de 2008

La traducción: Una historia de la chica llamada Jessica y su gatito en un frasco

Ahora presento la traducción de "A story of a girl named Jessica and her kitten in a jar". El cuento originalmente fue escrito en inglés para facilitar su lectura por parte de la persona a quien está dedicado; pensé que era más fácil, y adecuado, escribir el cuento en inglés que hacerlo en español y luego traducirlo (algo se pierde en la traducción, se suele decir). Sin embargo, realicé el proceso inverso, y aquí presento la versión en español.

Por cierto, que es mi primera incursión en la así llamada literatura infantil (al menos, desde que era un niño y escribía mis cuentecitos). Voy a tratar de incluir otros cuentos infantiles en el blog.

...
Había una vez una chica, cuyo nombre era Jessica y vivía en una pequeña casa. Era tan pequeña que ella apenas tenía espacio para compartir, y aún más, nuestra chica era una artista y cada espacio disponible estaba ocupado por sus obras.

Ella era feliz, aún en los días lluviosos; la única desventaja era que en esos días, a veces, ella se sentía aburrida por estar obligada a quedarse en casa.

Talvez si ella pudiera tener algún tipo de mascota. Pero, ¿qué mascota podría caber en esa casa tan, tan, tan pequeña?

Un día, sin embargo, Jessica escuchó un sonido muy suave. Buscó por toda la casita, revisó en cada esquina, debajo de todo, pero no pudo encontrar cosa alguna.

Hasta cierto punto, ella pensó incluso que todo aquello era parte de su imaginación. Pero en la noche, cuando estaba preparándose para ir a dormir, Jessica escuchó el sonido otra vez: era tan suave, como un murmullo...

Era como el llanto de un pequeño bebé, uno muy pequeñito...

Repentinamente, notó que un frasco de vidrio de su estante se había movido. Ella era una chica valiente, pero aún así, se sintió un poco alterada ante este inexplicable fenómeno.
Como dije, ella era una chica valiente, así que, poco a poco, Jessica se aproximó al frasco de vidrio, pero cuando trató de tomarlo con su mano, el frasco rodó un poco, alejándose, y cuando ella trataba siquiera de tocarlo, el frasco rodaba, hasta que se topó con el muro: no había escapatoria ahora...

Así que, Jessica levantó el frasco del suelo, y, ¿qué encontró?

Un gato tan pequeño que cabía dentro de un frasco. Bien, en verdad era un gatito bebé, pero aún era demasiado pequeño comparado con cualquier otro cachorrito de gato. A Jessica le encantaban las cosas raras, así que se enamoró del gatito.

Jessica procedió a abrir el frasco para dejar salir al gatito, y pensando que él podría estar hambriento, le preparó la cena: un plato con leche. Pero el plato era muy grande para que el gatito lo alcanzara, y cuando lo hizo, cayó adentro y casi se ahoga.

Entonces, Jessica usó la tapa del frasco para poner ahí la leche.

Fue el principio de una linda amistad entre nuestra chica Jessica y el gatito.

Como podrán ver, en esta pequeña historia todo parece acomodarse bien. Creo que Vds. podrían preguntar, “Pero, ¿cómo el gatito terminó dentro del frasco?”. Yo podría decirles, pero prefiero dejar que traten de imaginárselo.

Jessica no iba a permitir que su gatito desarrollara un complejo de inferioridad, de modo que para empezar, ella lo llamó Napoleón, porque Napoleón Bonaparte era un hombre cuya estatura era corta, pero su voluntad era alta.

martes, 2 de diciembre de 2008

Cuento Original: A story of a girl named Jessica and her Kitten in a jar


Dedicado a Heather Jessica Pellecer


...



Once upon a time, there was this girl, whose name was Jessica, and she lived in a little house. It was so little that she barely had any space to share, and even more, our girl was an artist and any available space was filled her works.

She was happy, even on rainy days; the only drawback those days was that, sometimes, she felt bored, because of the obligated stay.

Maybe if she could have some kind of a pet. But, what pet could fit in that very, very, very little house?

One day, however, Jessica heard a very soft sound. She looked all over the little house, checked in every corner, below everything, and could not find anything.

At some point, she even thought that maybe it was all in her imagination. But at night, when she was preparing to sleep, Jessica heard the sound again, it was so hushed…

It was like the crying of a little baby, but a very little one…

Suddenly, she noticed that a glass jar of her cupboard had moved. She was a brave girl, but even so, she felt a little upset about this inexplicable phenomenon.

As I said, she was a brave girl, so, little by little, step by step, Jessica approached the glass jar, but as she tried to grab it, it rolled away a little, and whenever she tried to even touch it, the jar would roll away, until it reached the wall: there was no escape now…

So, Jessica grabbed the glass jar, and, what did she find?

A cat that was so little that fitted inside a jar. Well, truly it was a kitten, but still he was too little even for a kitten. Jessica liked weird things, so she loved the kitten.

Jessica proceeded to open the jar to let the kitten come off, and thinking that he could be hungry fixed him dinner, a dish with milk, but the dish was too big for the little cat to reach, and when he did, he stumbled inside and almost drown.

So Jessica used the cap of the glass jar to pour the milk.

It was the beginning of a nice friendship between our girl Jessica and the kitten.

As you may see in this little story everything seems to fit. I guess that some of you may ask, “but, how did that kitten ended up in that glass jar?” I could tell you, but I rather let you try to imagine.

Jessica would not allow her kitten to develop any inferiority complex, so in the first place she called him Napoleon, because Napoleon Bonaparte was a man whose height was little but his will was high.




Imagen: Propiedad de Heather Jessica Pellecer.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Paréntesis: El fin del principio...

Citando las palabras de Winston Churchill, inicio esta entrada, primera del último mes, diciembre (no me digás...), de 2008, primer año de LAP, MILIFYOT y ELCAP, es decir: Las Aventuras de Petoulqui, Mis Libros Favoritos y Otros Más y el (malhadado; bonita palabra aprendida de la Matadora de Brújulas) Cazurro de Petoulqui (el cual va a cerrar porque ya no cumple su propósito, y como le he dicho a algunos no despierta ni siquiera mi interés).

No voy a decir que ha sido un año aprendiendo acerca de la blogósfera guatemalteca porque, para empezar, no ha sido un año, eso será hasta febrero de 2009; si todavía estamos aquí (no me refiero a un servidor solamente sino a la especie humana). Entonces llevó, qué sé yo, como nueve meses conociendo y reconociendo la blogósfera, tanto guatemalteca como internacional (pero me interesa más la primera, debo reconocerlo), blogueando de manera constante, mas no diaria, publicándome mis textos (no me pongo los moños conmigo mismo), conociendo a algunas personas que he llegado a valorar, y reconociendo a otros, qué sé yo, escribiendo. Esto último, muy importante. Escribir para mí es importante, y una de las ventajas del blog, como alguna vez lo haya mencionado otro bloguero, es que lo ejercita a uno en la redacción de textos, se va forjando un estilo gradualmente, y hasta un tipo con tan marcada tendencia a divagar, como yo, aprende a expresarse en determinada extensión, para facilitar la comprensión... Ja-ja.

No puedo saber qué piensa la gente de este espacio, salvo a través de los comentarios, y tampoco sé si creen que lo consignado aquí es de carácter autobiográfico (exceptuando los cuentos "originales"; aún cuando, a la larga, estos también lo son). No incluyo más nombre que el mío, y el de aquellas personas que así lo autorizan, por respeto a la intimidad de cada quien. Sin embargo, las historias son verdaderas, aún cuando se cambien algunos nombres.

En menos de un año, el tal Petoulqui Jacobo y Julio E. Pellecer S. han estrechado su relación. Hay quienes me conocieron (virtualmente) cuando ya existía el otro, y cuando nos vemos en persona (la primera y sucesivas ocasiones) me llaman simplemente "Peto", lo cual me parece simpático. A veces no estoy seguro acerca de cómo firmar mis mensajes y comentarios; depende, dijo Pepito. "¿Se han dado cuenta de que nunca vemos a Peto y Julio P. a la vez?" Bueno, eso no podría ser, siempre estamos juntos, somos indivisibles, separarnos sería matar a uno de los dos (¡o a los dos!).

Muchas veces me he preguntado, "¿Por qué escribo?". ¿Por qué? Porque tengo que hacerlo, no hay más remedio, no puedo evitarlo. Y escribiendo en esta bitácora electrónica ni siquiera me siento culpable acerca del desperdicio de papel o tinta.

Bueno, vamos a ver qué puedo agregar a esta bitácora en este último mes del 2008, o como yo le quiero llamar "el fin del principio".