sábado, 26 de julio de 2008

capítulo decimoséptimo: la petoúlquina amarilla


Imagen por Lusifergua.

...
"Y si es nena, ¿cómo le van a poner?"

"Pues será Petoúlquina María." Respondió Petoulqui.

"¡¿Petoúlquina Amarilla?!"

"No, Petoúlquina Ma-rí-a." Explicó tranquilamente Peto.

"¿Pero es que, acaso han pensado en las consecuencias de bautizarla con ese nombre?"

Aún cuando ya sabía a qué se refería su tío, Peto contesto cortésmente que no.

"Es que los niños son crueles, sus burlas podrían producirle un trauma psicológico a tu hija, sin mencionar las complicaciones en cuanto a su futura vida social, la escuela, el trabajo..."

"Por eso, justamente, he escogido María como el segundo nombre; así la niña tendría este apelativo más que convencional a la par que el más que exótico de Petoúlquina."

Y fue niña. Como Peto lo hubiera previsto. Para su sorpresa, porque Peto difícilmente confiaba (confía) en sus propias previsiones.

Y como niña que era se convirtió del padre, de Peto, en su Petúlquina, Petúlquiña... Túlquiña.

¿Por qué menciono a la tal Túlquiña? Porque no hay otro ser que se le parezca más al Peto que la Túlquiña, quizás exceptuando a Tato (Tatu según la Túlquiña), el hermano de Peto. Pero no, realmente Tato es bastante diferente a Peto.

Ya he dicho alguna vez, "un petoulqui", pero, en verdad, ¿cuántos petoulquis hay? según parece sólo uno.

Le ha tomado algún tiempo aceptarlo, y un tanto más entenderlo, pero Petoulqui sólo hay uno.

Por tanto, no es coincidencia que leyera, el Peto, con tanta atención los comics de Superman, a fin de cuentas este superhéroe es "El último hijo de Krypton".

Es raro esto de ser desaptado, alienígena, extranjero y demás adjetivos que impliquen lo equivalente.

3 comentarios:

lusifergua dijo...

No hace falta que hayan más Petos para que te dejés de sentir solo en el mundo, podés estar con nosotros...

Luis dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Luis dijo...

Pudo ser peor, podría haberse llamado Julia o algo más...