Durmió. En sueños, uno de sus amigos ratones le describía que el “restaurante para ratones” era en realidad una ingeniosa ratonera y que la “comida para ratones” que allí servían estaba envenenada; nuestro ratón suspiró aliviado y le comentó a su amigo, “no probé ni un bocado”.
Repentinamente le dolió el estómago, oyó que le llamaba una macabra y lejana voz que apenas le era familiar, volteó y vio al mesero, quien mordazmente le recordó, “¿Y qué hay del agua envenenada que te serví?”.
Entonces, en su lecho hecho de trozos de papel periódico, el ratoncito se estremeció.
¡Qué bueno que TODO había sido solamente un sueño!
(¿O no?)
NO, no TODO había sido un sueño. Su pequeña excursión al restaurante no había sido un sueño, y, aún cuando sí había soñado que charlaba con su amigo, la parte en la cual éste le explicaba que el restaurante para ratones era una ingeniosa ratonera sí era verdad (como dijo Meph., "de tal forma que una mentira que nunca se sabe puede parecer verdadera, y una verdad que nunca se cree puede sonar a mentira.").
El dolor de estómago que un momento pensó había cesado, puesto que despertó y se encontró asustado pero seguro en su nido, regresó con una fuerza insospechada causándole tremendos retortijones, y un momento, dentro de su sufrimiento, pensó que todo su interior iba a salírsele por la boca en un vómito de entrañas.
Dicen algunos que somos lo que pensamos, y es como si lo que pensamos es lo que nos va a suceder. De esta manera, el ratoncito pudo ver realizado lo que había ideado (será que cuando ideamos algo, el Universo entero conspira para que lo logremos... y más blah, blah, blah...): su interior salió por su hocico mientras él aún estaba consciente.
"¿Será este el fin de este ratoncito?" Alcanzó a decir finalmente y expiró.
La única comida especialmente preparada para ratones es aquella destinada a acabar con ellos, a exterminar esa plaga: el único ratón bueno es el ratón muerto...
Así termina esta fábula de un ratón que siendo inusual tuvo un fin de lo más común.
No me gustan esta clase de finales. Me parece que teníamos suficiente con el perro muerto. Pero, de vez en cuando, hagamos una concesión al público para quien publico.
Foto tomada de http://www.fotolog.com/z1pi/9406727
Repentinamente le dolió el estómago, oyó que le llamaba una macabra y lejana voz que apenas le era familiar, volteó y vio al mesero, quien mordazmente le recordó, “¿Y qué hay del agua envenenada que te serví?”.
Entonces, en su lecho hecho de trozos de papel periódico, el ratoncito se estremeció.
¡Qué bueno que TODO había sido solamente un sueño!
(¿O no?)
NO, no TODO había sido un sueño. Su pequeña excursión al restaurante no había sido un sueño, y, aún cuando sí había soñado que charlaba con su amigo, la parte en la cual éste le explicaba que el restaurante para ratones era una ingeniosa ratonera sí era verdad (como dijo Meph., "de tal forma que una mentira que nunca se sabe puede parecer verdadera, y una verdad que nunca se cree puede sonar a mentira.").
El dolor de estómago que un momento pensó había cesado, puesto que despertó y se encontró asustado pero seguro en su nido, regresó con una fuerza insospechada causándole tremendos retortijones, y un momento, dentro de su sufrimiento, pensó que todo su interior iba a salírsele por la boca en un vómito de entrañas.
Dicen algunos que somos lo que pensamos, y es como si lo que pensamos es lo que nos va a suceder. De esta manera, el ratoncito pudo ver realizado lo que había ideado (será que cuando ideamos algo, el Universo entero conspira para que lo logremos... y más blah, blah, blah...): su interior salió por su hocico mientras él aún estaba consciente.
"¿Será este el fin de este ratoncito?" Alcanzó a decir finalmente y expiró.
La única comida especialmente preparada para ratones es aquella destinada a acabar con ellos, a exterminar esa plaga: el único ratón bueno es el ratón muerto...
Así termina esta fábula de un ratón que siendo inusual tuvo un fin de lo más común.
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No me gustan esta clase de finales. Me parece que teníamos suficiente con el perro muerto. Pero, de vez en cuando, hagamos una concesión al público para quien publico.
Foto tomada de http://www.fotolog.com/z1pi/9406727
5 comentarios:
Y el público ha quedado complacido;) ¿Osea que si te matan dentro del Matrix te morís en realidad? Por cierto, que buena estuvo tu cita textual...
Yo te dije que parecia matrix y me hiciste caso acerca del final alternativo.
No es muy bueno dar concesiones. Es lo incómodo, sobre todo. en contra de tu forma. No obstante, se acepta el final alternativo.
Saludos.
Un final burdo y populista, digno de un presidente Guatemalteco.
Por cierto:
"el único ratón bueno es el ratón muerto..."
¿insinúas algo?
...
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