lunes, 14 de diciembre de 2009

capítulo cero: creo...

que he tratado de persuadirme de que soy esto o aquello. ¿Por qué? Mejor no profundicemos en las causas, no porque duelan sino porque no son fáciles de desenterrar...

En todo caso, me he preocupado por ser así o asá, original y no sé qué más. Pero, he de reconocerlo, no soy original.

A la larga, me alegra no ser original, (o quizás no, pero sí...) me alegra, a fin de cuentas, sentir que he recorrido la senda trazada por aquellos que admiro, sin saberlo; no sin saber que los admiro sino que sin saber que ellos ya la habían caminado antes.

¿Qué sé yo? No soy de los que hacen cosas impresionantes. Los fuegos artificiales no son lo mío. Me gusta pensar y hacer pensar, no sé si lo logro, pero quizás así sea.

Después de todo soy un maestro, no un Maestro (no con mayúscula), un maestro (sí, con minúscula), un docente (y decente también), un terco-recalcitrante-capaz-de-asombro-y-retracción-maestro de escuela. Me fascino ante el conocimiento, la teoría, las explicaciones, las exposiciones largas y tendidas y magistrales, aún cuando no sean Magistrales.

No hay comentarios: