viernes, 5 de junio de 2009

las rutinas de petoulqui


Antes llamado "Las aventuras de Petoulqui", ahora este blog podría titularse "Las rutinas de Petoulqui". Hace unos meses, mi vida ha sido una rutina casi ininterrumpida entre el trabajo y el "estudio".

Últimamente, y debido a la influencia de "Legión" de William Peter Blatty, tengo la sensación de que en mí hay dos almas. Una se dedica a todo lo cotidiano, las rutinas, y la otra se la pasa anhelando lo otro, las aventuras. A lo mejor nunca fueron aventuras sino el diario vivir, sin embargo creo que antes tenía otra perspectiva de las cosas.

¿Qué sé yo? Pues a lo mejor, como dijera el buen Sócrates, nada sé.

Volvamos a lo de Legión. Este no es el blog de "Los libros de Petoulqui" como le llaman algunos amables lectores, sin embargo quiero comentar la novela que he mencionado. Para empezar, Legión es la secuela de "El Exorcista", razón por lo cual, hace mucho tiempo que quería leerla.

Cuando terminé de leer "El Exorcista", en junio del año pasado, quedé hondamente impresionado. Me gustaron muchos aspectos de la obra; la temática era amplia, pero bien desarrollada. Me gusta concebirla como una novela policíaca-(de) suspenso-psiquiátrica. Los personajes eran bastante interesantes, bien planteados, uno llega a conocerlos a fondo e, incluso, a simpatizar con ellos (éste fue mi caso particular). Hay varias líneas narrativas, es toda una polifonía literaria. Y hay momentos que la tensión de la narración hace mella en uno (al menos, así sucedió conmigo), esto me recordó a cuando leí Drácula de Bram Stocker, específicamente en lo que se refiere a la primera parte, la cual se desenvuelve en el castillo del Conde.

Por las anteriores razones, quedé fascinado con la obra, y tenía muchos deseos de leer su secuela.

Ahora bien, para ser justos con Legión, para empezar voy a dejar consignado que me parece que es una buena novela, pero contrario a comentarios de otras personas, me parece que la primera novela es mejor. Aún así, algunos de los atractivos de Legión son, el hecho de contar con un personaje principal como William F. Kinderman quien, como él mismo dice, tiene hobbies; el Teniente Kinderman es un amante del cine y la literatura, quien además lee cuanto se le pone enfrente, de esa cuenta, mientras realiza su labor detectivesca nos inunda con una copiosa carga de información y reflexiones inteligentes, todo relacionado al final con su teoría acerca de la naturaleza del mal.

En algún momento supongo que trataré acerca de esta novela en "Mis libros favoritos y algo más", así que por el momento aquí dejaré el cometario.




No hay comentarios: