lunes, 22 de septiembre de 2008

Paréntesis: Los funerales de las flores


A los cadáveres, enterrados en los túmulos y mausoleos de los cementerios, se les lleva flores para alegrarles su no existencia.

Pero las flores son cadáveres también; bellos cadáveres.

Entonces, se honra a los cadáveres con cadáveres.

Ninguna persona siente aversión si recibe una flor (supongo), pero lo más seguro es que se asquee si se le obsequia con un cadáver humano por bello que sea (una vez más, es solamente una presunción).

¿Y qué hay de las flores cuando se marchitan y pierden su belleza?

Es necesario tirarlas lejos.

¿Por qué no hacerles un funeral? ¿Acaso no son cadáveres dignos también de pompas fúnebres?

Podemos envolverlas en papel periódico (o celofán si son caqueras) , como su mortaja, y enterrarlas. Incluso alguien para alegrar a esa flor no viva podría obsequiarla con un cadáver humano que seguramente expelerá una fragancia también.

No nos preocupemos por eso, en fin; no creo que la flor muerta salga a aspirar el aroma.

(Originalmente publicado en Necrópolis Andante, edición única. Creo que en abril de 2003, mes probable, año seguro. Y en esta reedición realicé sus necesarias correciones estilísticas, y agregué los paréntesis aclaratorios)

Imagen: proporcionada por mi buena amiga Carolina J.

5 comentarios:

lusifergua dijo...

Las flores en vida... y vivas...

Retomaré yo también la Necrópolis, buena idea.

Luis dijo...

Aunque parezca increíble justamente el domingo en la tarde leí la Necrópolis.

Iba a hacer otro comentario pero puedo pasar de flammer, jaja.

Panoptico dijo...

...una brisa olorosa golpeaba nuestro olfato, los olores a agua estancada se evaporaban en el ambiente y probablemente un microcosmos moría o se convertiría en una nueva forma de vida en nuestros rostros...

Sacado de mi relato Las Palomas, publicado en Panóptico.

Tu reflexión me parece interesante.

rafael romero dijo...

Muy original, Julio, y publicable, claro. Una joyita.

Saludos gratos,

RR

Petoulqui dijo...

Rafa:

Es un gusto tenerte por acá. Me alegra leer tu opinión acerca de este viejo texto revisitado.

Saludos gratos, igual.

Peto