... puesto que las novelas tienen esta analogía con la vida real, sus valores son hasta cierto punto los de la vida real. Pero muy a menudo, es evidente, los valores de las mujeres difieren de los que ha implantado el otro sexo; es natural que sea así. No obstante, son los valores masculinos los que prevalecen. Hablando crudamente, el fútbol y el deporte son "importantes"; la adoración de la moda, la compra de vestidos "triviales". Y estos valores son inevitablemente transferidos de la vida real a la literatura. Este libro es importante, el crítico da por descontado, porque trata de la guerra. Este otro es insignificante porque trata de los sentimientos de mujeres sentadas en un salón. Una escena que transcurre en un campo de batalla es más importante que una que transcurre en una tienda. En todos los terrenos y con mucha más sutileza persiste la diferencia de valores. Por tanto, toda la estructura de las novelas de principio del siglo diecinueve escritas por mujeres la trazó una mente algo apartada de la línea recta, una mente que tuvo que alterar su clara visión en deferencia a una autoridad externa... Su autor había alterado sus valores en deferencia a la opinión ajena.
Woolf, Virginia. Una habitación propia. Cuarta edición. España: Editorial Seix Barral, S. A., 1995. p. p. 101 - 102
domingo, 2 de diciembre de 2018
sábado, 26 de mayo de 2018
cita petoulquiana: inteligencia artificial
En Babilonia o Caldea, prácticamente cualquiera podía poseer todos los conocimientos humanos, lo cual hoy en día ya no es posible. Por tanto, le otorgáis inteligencia artificial a vuestro medio vital, a consecuencia no de unas decisiones y planes conscientes, sino porque es una tendencia de la civilización. Si esta tendencia fuera a durar al menos un siglo, vosotros mismos os convertiríais en los más estúpidos elementos de la técnicamente mejorada base de la Tierra y, aprovechando los frutos de la Inteligencia, os desprenderíais de ésta, adelantados en una competición que la Inteligencia habrá activado sin querer e implantado en vuestro entorno; ésta, autónoma y al mismo tiempo degradada por haber sido empleada en la lucha por el confort, alcanzará un déficit planetario que facilitará las guerras desatadas no por los hombres, sino por sus hábitats programados por la enemistad.
Lem, Stanislaw. Golem XIV. España: Impedimenta, 2012. p. 155 - 156
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