Escucho cantar un gallo
Y no sé si es de día o de noche...
¡Mentira! Sí lo sé, pero
Me gusta jugar con la posibilidad del desconcierto.
Mientras camino por la sucia calle,
En la penumbra que produce el alumbrado público color ámbar,
Un indigente me llama: ¡Músico!
Yo soy "el músico", pero es él quien quiere una audiencia que atestigüe su existencia...
No hay comentarios:
Publicar un comentario