viernes, 29 de febrero de 2008

capítulo segundo: las reminiscencias del pasado o fiesta de pájaros


Mientras el cáustico Petoulqui viajaba a bordo de una camioneta (unidad de servicio de transporte urbano, como diría el Pashaco), la cual transitaba sobre la avenida Reforma con dirección hacia la zona 1 de nuestra querida ciudad capital (o Guatemala City, como se le conoce en el extranjero), escuchó un sonido(vaya, y qué más podría escuchar, eh), uno que no había percibido, según pensó, en mucho tiempo y, el cual le produjo una cierta nostalgia (Sehnsucht, diría Milan Kundera, citado por mi compadre), de esas que duelen en el corazón y que a un tiempo son tan dulces.


Podía evocar la escena con exactitud, el cielo naranja por el ocaso, o quizás por el espectro artificial del alumbrado público, y entre el ruido de los automotores se percibía el canto enloquecido de las aves en las copas de los árboles y, si uno prestaba atención, podía ver a los pájaros volar de rama en rama y cambiar su habitación de la noche(aún cuando, ahora que lo pienso, como quien dice en mi perspectiva de adulto, cada ave debe de tener su nido), o(corrigiendo la anterior inexactitud) visitando a sus amistades y cuchicheando chillonamente en lo que he dado en llamar "Fiesta de Pájaros", por supuesto haciendo referencia al Capricho Español de Jesús Castillo. Supongo que por esto me gusta tanto esta composición.


Entonces, mientras avanzaba la "unidad" el cáustico Petoulqui prestó mucha atención, y poco a poco fue eliminando de su interés cada sonido que no fuera esta fiesta de pájaros, hasta que abandonó el área de la celebración y con ello su recuerdo se volvió una vez más olvido.

jueves, 21 de febrero de 2008

Paréntesis: Día de la Marimba


Pues, veamos, el día de ayer, miércoles 20 de febrero se celebró, además de la conmemoración de Tecún Umán(héroe por demás cierto aún cuando haya quien lo niegue), el día de la Marimba, instrumento y símbolo nacional de Guatemala.

Y esta noche, del jueves 21 de febrero, asistí al primer concierto de la temporada sinfónica del año 2008, que como algo especial tuvo un programa conformado por obras de compositores nacionales. De éstas solamente escuché dos: La Suite Regional Guatemalteca de Beningno Mejía y el Concierto para Marimba y Orquesta del Maestro Jorge Sarmientos, que en la parte solista contó con el Maestro marimbista Fernando Vásquez, quien demostró un gran dominio técnico, en éste que para mí fue su debut.

Lo importante, desde mi punto de vista, acerca de esta audición es el hecho de que se toque, por segunda vez me parece, una obra cuyo instrumento solista es la marimba, porque esto confirma el hecho de que nuestro instrumento nacional es capaz de interpretar cualquier género musical, más si tomamos en cuenta que con su desarrollo organológico ha cobrado el carácter de un instrumento cromático y de gran extensión en cuanto a tesitura, esto es que tiene todas las 12 notas que se usan en la música y que tiene registros graves(bajos), medios y agudos(altos).

Y fue esta noche muy nacional, puesto que fue un verdadero placer, lo confieso, entonar los versos de nuestro Himno Nacional, con la orquesta sinfónica interpretando la parte instrumental. Me llenó de cierta emoción que no puedo describir más que como el gérmen del civismo, qué sé yo.
Bueno, así aprovecho este espacio(paréntesis) que me cede el cáustico Petoulqui.

Pd. Agrego la fotografía de Rafael Álvarez Ovalle, a quien admiro bastante porque además de compositor, intérprete y director de agrupaciones musicales, fue pedagogo musical. Y ya todos lo sabemos, fue él quien compuso la música del Himno Nacional de Guatemala.

miércoles, 20 de febrero de 2008

capítulo primero: el nacimiento de petoulqui

Como muchos de vosotros seguramente os habéis preguntado mucho acerca de la naturaleza del nacimiento de Petoulqui, me ha parecido necesario, y hasta adecuado, daros alguna idea de su llegada a éste, nuestro Mundo, y cómo es que este singular personaje pasa a formar parte de nuestro entorno de repente, o no tanto, puesto que quizás es un suceso determinado por "Il fatum" como dieran en llamarle los romanos (no los que viven en la capital de Italia sino los del antiguo imperio antes república antes horda) a esa fuerza imparable cuya invención y/o descubrimiento no se podían atribuir porque como todo lo que fuera cultural de su, digamos civilización, era un plagio y reinterpretación no muy reinterpretada de la sí cultura y sí civilización griega-helénica, cuyos finados miembros también son conocidos como los mayas del viejo mundo por aquello de sapientes, sensibles y guerreros.

Ahora bien, para no irnos por las ramas, para no salirnos por la tangente, para no cambiar de tema, como se dice, volvamos a lo principal. ¿Cómo es que aparece este tal Petoulqui en nuestro Mundo? ¿de dónde es? ¿con qué se come? ¿de qué planeta cayó? Pero, esto último mejor lo quito que si no me acusan de plagiario de Antoine de Saint-Exupéry, por lo de su Principito, o de Action Comics No. 1 por lo de su Superman. Pero, sí, ¿de dónde vino el tal Petoulqui? ¿de dónde sale, en fin?

Pues, de la imaginación de éste, su servidor, y como éste tenga su nombre, me presento ante vosotros muy respetuosa y atentamente: Julio E. Pellecer S.