No te imaginás la alegría que me ha dado que no estuvieras de acuerdo conmigo cuando dije que Gracias por el fuego me parecía una mala novela. Todavía me lo parece, pero como suelo decir es simplemente mi opinión.
Me dio gusto ver cómo defendiste a Hamlet (no al de Dinamarca sino al de los Toros, para quien me entienda).
Pensar que todo comenzó con Martín y Avellaneda (o debería decir con Santomé y Laura).
Estos son nuestros recuerdos, nuestra historia.