"Igual en poesía que en teatro que en todo... El artista debe ser única y exclusivamente artista. Con dar todo lo que tenga dentro de sí como poeta, como pintor, ya hace bastante. Lo contrario es pervertir el arte. (...) ¡Qué es eso de artista, de arte, de teatro proletario! El artista, y particularmente el poeta, es siempre anarquista en el mejor sentido de la palabra, sin que deba ser capaz de escuchar otra llamada que la que fluye dentro de sí mismo mediante tres fuertes voces: la voz de la muerte, con todos sus presagios; la voz del amor y la voz del arte."
Federico García Lorca, citado en:
García Lorca, Federico. Yerma. La casa de Bernarda Alba. Editorial Andrés Bello. Quinta edición. Chile, 1992. p. 141